Gracias a nuestra querida corresponsal Ana Labbé, llegó a nuestras manos esta obra maestra de la ingeniería aplicada a la manufactura de prendas íntimas femeninas. No sabemos a ciencia cierta para qué tipo de ocasiones se podrá usar esa fantástico brassier, pero lo que sí sabemos es que no requiere motor de bombeo para que los pececitos sobrevivan.
PD: Mil gracias Ana, le estaremos agradecidos infinitamente por este gran obsequio.
1 comentario:
jajajaja hasta con pescaditos
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